avier Orozco dijo que no se iba a desesperar para volver a la senda del gol. Hoy el 'Chuletita' volvió a gritar dos anotaciones en el duelo en que Cruz Azul venció a Puebla.
El delantero convirtió el 1-0 al 77’ gracias a un remate de cabeza tras un tiro de esquina cobrado por Christian Giménez. Tras anotar, el atacante corrió hacia la tribuna y sujetó la malla metálica expulsando toda esa energía contenida en las últimas semanas.
Si a alguien se le había negado anidar el esférico en los últimos partidos había sido al “Chuletita” quien ahogó su grito cuando le anularon goles ante Chivas y Santos en las Jornadas anteriores.
Aún con la victoria, a Cruz Azul se le dificulta meter el balón en el arco y esta tarde cuando necesitó la colaboración del árbitro César Arturo Ramos Palazuelos para marcar tres penaltis, el juez nunca hizo sonar el silbato.
Al 53’ Emanuel Villa tomó un rebote en el área y le pegó de media vuelta, el balón iba a gol pero Diego Cervantes lo evitó con la mano. De inmediato toda la banca celeste, incluido el preparador físico Daniel Ipata, gritó airadamente para que se marcara la infracción pero sus reclamos fueron ignorados.
Apenas habían transcurrido cuatro minutos de ese momento cuando Javier Aquino entró al área con el balón controlado y Gonzalo Pineda se barrió por detrás y lo derribó el área. Una vez más Ramos Palazuelos evitó señalar el manchón penal.
Esta tarde Orozco hizo la diferencia pues en lo que parecía la tercera falta en el área, Orozco siguió luchando en lugar de esperar la marcación y logró tener un espacio para rematar cruzado y anotar el 2-0 final al 89’ para que la Máquina ya sume 15 goles en la temporada.
La peor noticia para Cruz Azul, además de su falta de explosividad en la delantera, fue la lesión de Gerardo Torrado, quien salió al 37’ de cambio por Javier Aquino e inmediatamente se llevó la mano a la pierna izquierda.
La lesión del capitán celeste obligó al técnico Enrique Meza a modificar su media cancha y cambió de posición a “Chaco” Giménez para ubicarlo como contención, situación costosa para el ataque celeste que mermó la creatividad en la delantera.
El nerviosismo del técnico poblano Sergio Bueno tenía su máxima expresión cada vez que se salía del área técnica para dar indicaciones. A Bueno sólo le faltaba medio paso para invadir la cancha ante la desesperación de que la ofensiva Poblana no podía hilar tres pases seguidos.
La más clara del primer tiempo la generó una jugada de ‘pared’ entre Gabriel Pereyra y Lucas Silva, quien entró al área grande solo pero sin un control del esférico preciso. Jesús Corona anticipó la jugada y achicó provocando que el balón lo golpeara en el pecho y rebotara.
Puebla no ofreció más al ataque pues Duvier Riascos quiso comerse la gloria antes de tiempo y desperdició las oportunidades que tuvo.
Cruz Azul volvió a la senda del triunfo de la mano de Javier Orozco que nunca se desesperó y ahora pondrá a pensar a Enrique Meza sobre quién merece la titularidad entre Edixon Perea y él.
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